El tendón de Aquiles es un tendón que conecta los músculos de la parte posterior de la pierna (gemelos y sóleo) con el hueso del talón (calcáneo). La rotura del mismo puede afectar a cualquier persona pero es más frecuente en personas que practican deporte.
Cuando se produce una rotura del tendón de Aquiles aparecen los siguientes síntomas:
Existen unos factores que pueden aumentar la posibilidad de sufrir una rotura del tendón de Aquiles.
El fortalecimiento de los músculos y tendones de la pierna, los estiramientos suaves de los mismos (sobre todo al acabar la actividad deportiva), correr sobre superficies que no sean duras, y el aumento gradual de la intensidad y carga de entrenamiento pueden ayudar a prevenir las lesiones a nivel del tendón de Aquiles.
Se va a basar en la historia que el paciente nos relata: practicando deporte, tras un salto o frenada brusca nota un chasquido en la parte posterior del tobillo, seguido de dolor e inflamación. Tras esto aparece dificultad para andar de forma normal y limitación para la flexión activa del tobillo.
A la exploración se aprecia un hueco a la palpación a nivel de la zona de la rotura, acompañado de dolor. Al presionar en la musculatura de la pierna el pie no se flexiona (es útil compararlo con la otra pierna). Ausencia de movimiento del tobillo al decirle al paciente que haga flexión del mismo.
En caso de dudas o para completar el estudio se pueden realizar estudios de imagen (ecografía o resonancia), lo cual nos va a confirmar el diagnóstico.
Para tratar una rotura de tendón de Aquiles se puede optar por tratamiento conservador o tratamiento quirúrgico, debiendo individualizar cada caso.
Va a formar parte del tratamiento de estas lesiones, yendo encaminada a recuperar la movilidad a nivel del tobillo, así como para fortalecer los gemelos y el tendón de Aquiles.
Es importante también una recuperación funcional del tobillo y de la pierna, con ejercicios específicos y ejercicios de propiocepción, con objeto de poder realizar las actividades de la vida diaria, así como las actividades deportivas realizadas con anterioridad.
El resultado funcional del tratamiento de estas lesiones suele ser bueno en la mayoría de los pacientes.