La colocación de una prótesis consiste en la sustitución de una articulación dañadas artificiales hecha de cromo, cobalto y titanio, y junto con plásticos de alta densidad. Su objetivo es corregir deformaciones y eliminar los dolores en las zonas afectadas conservando y mejorando la movilidad a nivel de las mismas.
En el caso del hombro va a estar indicada en diversos casos.
· Trastornos degenerativos.- Artrosis, artritis de distintos orígenes.
· Lesiones evolucionadas de manguito de los rotadores.- En aquellos casos en los que no se puede reparar la rotura del manguito, asociados a artrosis y en paciente de mayor edad.
· Fracturas de cabeza humeral.- En aquellos paciente de más edad en los que se producen fracturas más complejas.
Existen diversos tipos de prótesis que van a tener indicación en función de cada caso clínico.
· Prótesis anatómica.- Formada por un vástago metálico con una cabeza metálica que se coloca en el húmero, y una parte plástica cóncava que se coloca en la glena y que se articula con la cabeza humeral.
· Prótesis invertida.- En esta caso el vástago humeral viene asociada a una bandeja cóncava que se articula con una cabeza (llamada glenosfera) que se coloca en la glena. Este tipo de próstesis está indicada para los casos de patología de maguito, fracturas y en casos complejos.
Después de la intervención quirúrgica
–Tras la cirugía le colocarán el brazo en un cabestrillo para proteger su hombro, manteniéndolo en su sitio, a ser posible sin movimiento, para que pueda cicatrizar correctamente.
–Tendrá que llevar el cabestrillo varias semanas tras la cirugía.
–Para estar cómodo en posición de descanso o para dormir, túmbese boca arriba. Su codo debe estar ligeramente por delante de su cuerpo. Debe colocar una almohada bajo su codo para evitar dejarlo sobre el colchón.
–No intente mover el hombro operado a menos que su cirujano le dé permiso para hacerlo.