La parte proximal del húmero es aquella que abarca a la cabeza del húmero, la cual se va a articular con una parte de la escápula denominada glenoides. En esta cabeza se encuentran dos tuberosidades (troquín y troquíter), donde se insertan los tendones del hombro (manguito), y que van a jugar un importante papel en el movimiento del hombro.
Las fracturas a este nivel se asocian a traumatismos de alta energía, durante la práctica de deportes extremos o de alto impacto, y a caídas o golpes leves, en adultos mayores con osteoporosis (la 3ª más frecuente, después de la fractura de cadera y la fractura de muñeca).
Estas fracturas se van a producir en la articulación del hombro y es frecuente que se asocien a una pérdida de movilidad en el mismo, independientemente del tipo de fractura o del tipo de tratamiento que haya que llevar a cabo.
Es importante la realización de un período rehabilitador después de su tratamiento, dentro del cual la colaboración del paciente es imprescindible. El objetivo es intentar conseguir un hombro funcional con el mayor arco de movimiento posible.
Clínica
Tras un traumatismo en la región del hombro o caída con el brazo en extensión aparece dolor brusco, acompañado de aumento de volumen por el hematoma y la inflamación y de incapacidad para mover el brazo. Puede aparecer hematoma en el hombro, brazo y zona pectoral con el paso de los días, que puede llegar incluso a la mano.
En ocasiones se produce lesión a nivel de nervios alrededor del hombro, siendo el más afectado en nervio axilar, que produce incapacidad para la realización de algunos movimientos.
Diagnóstico
Sospecharemos la existencia de esta lesión por la historia que nos comenta el paciente y por la exploración clínica.
Para la confirmación es preciso la realización de pruebas de imagen:
- Radiografía.- Nos va a servir para concretar el tipo de fractura.
- TAC.- Para complementar el estudio para determinar más claramente los fragmentos óseos.
- Ecografía o RMN.- Cuando se sospeche lesión a nivel de los tendones del hombro (manguito rotador).
Tratamiento
- Tratamiento conservador (no quirúrgico).-
- Indicado en aquellos casos en los que el desplazamiento sea mínimo.
- Consisten en la inmovilización del brazo en cabestrillo durante un período de 3/4 semanas.
- Es necesaria la realización de radiografías en las semanas posteriores a la fractura, ya que si se produce un mayor desplazamiento de los fragmentos de la fractura puede ser necesario manejo quirúrgico de la fractura.
- Tratamiento quirúrgico.-
- Indicado en aquellos casos en los que el desplazamiento de los fragmentos sea importante.
- El objetivo es corregir la anatomía previa con el menor daño posible.
- Consiste en la reducción de los fragmentos y su estabilización, normalmente con placas.
- En los casos de pacientes de mayor edad o con gran destrucción de los fragmentos se utilizan prótesis de hombro, parciales o totales.
- Recuperación.-
- Al término de la inmovilización o, cuando se hayan producido una intervención quirúrgica, al cabo de 10/12 día si las fracturas son estables.
- Estas fracturas, como la mayoría de las fracturas articulares, suelen tener asociada la pérdida de movilidad así como dolores de intensidad variable Es fundamental la realización de una rehabilitación adecuada, que incluye la colaboración del paciente, para intentar que la movilidad del hombro se recupere lo antes posible, y que la pérdida de movilidad sea lo menor posible.