De esta forma se denomina al conflicto que se origina entra la cabeza del fémur y la parte de la pelvis que se articula con la misma (acetábulo). Esto va a ser origen de un deterioro del cartílago articular de esta articulación y de una lesión de una estructura similar al menisco existente en el acetábulo, denominada labrum.

Afecta principalmente a jóvenes que practican deporte. La falta de esfericidad de la cabeza del fémur hace que se produzca dolor al realizar ciertas actividades.

Clínica

La sintomatología puede ser variable entre pacientes. Suele comenzar con dolor a nivel de la ingle, que en ocasiones comienza tras alguna actividad física o después de esfuerzos repetitivos, siendo éste de características mecánicas.

El dolor se puede irradiar a cara anterior de muslo y se suele reproducir con la realización de actividad física que implique impacto (correr o saltar), bien durante o después de la misma. Es característico que se intensifique con la flexión de la cadera, sobre todo en posturas mantenidas durante tiempo prolongado (estar sentado).

 

A la exploración, el dolor se reproduce con los movimientos de flexión de cadera, sobre todo cuando ésta es de más de 90º, y rotación interna (cuando se lleva la rodilla hacia el interior).

La clínica suele mejorar al administrar medicación analgésica o antiinflamatoria y con la fisioterapia, pero reaparece al reanudar la actividad física.

Tipos

Existen tres tipos en función de donde esté localizada la deformidad.

Choque tipo CAM.-

  • Aparece un crecimiento, denominado “giba”, en la zona de transición entre la cabeza y el cuello femoral.
  • Al realizar la flexión y rotación interna de la cadera esta giba choca contra en borde del acetábulo produciendo la lesión del labrum y del cartílago.
  • Suele darse en pacientes jóvenes y activos de sexo masculino.

Choque tipo Pincer.-

  • Es un sobrecrecimiento del borde del acetábulo
  • Choca contra la cabeza del fémur en la flexión y rotación interna, con la posterior lesión de labrum y del cartílago.
  • Es más frecuente en mujeres atléticas de mediana edad.

Choque tipo mixto.-

  • Es aquel en el que están presentes las dos lesiones anteriores.
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Diagnóstico

Para el diagnóstico es necesaria la realización de pruebas de imagen.

  • Radiografía.-

Nos permite visualizar las deformidades características de la cabeza del fémur y/o del acetábulo.

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  • Artro-RMN.-

Prueba de elección para visualización de lesiones en el labrum o en el cartílago. Consiste en la realización de una resonancia tras la introducción de contraste dentro de la articulación de la cadera.

Tratamiento

Tratamiento conservador.-

    • Es el primer escalón del tratamiento de este problema.
    • Medicación antiinflamatoria para alivio de la sintomatología.
    • Protocolo de fisioterapia que ayude a corregir los movimientos perjudiciales, a la vez que alivie el dolor.
    • Se suele ofrecer de manera frecuente la posibilidad de realizar una infiltración articular.
    • Las infiltraciones intra-articulares suelen reducir o hacer desaparecer el dolor, en ocasiones, temporalmente y otras veces por un largo periodo.

Tratamiento quirúrgico.-

  • Indicado en aquellos casos en los que el tratamiento conservador no sea efectivo.
  • Se realiza mediante artroscopia y su objetivo consiste en remodelar estas estructuras óseas que provocan el roce o choque (CAM/Pincer), y reparar las estructuras dañadas o lesionadas.
  • Después de la cirugía es necesario llevar a cabo un protocolo de fisioterapia y carga progresiva antes de la reincorporación a la actividad deportiva.